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Informe Construya N° 95 - Mayo 2011 - 2ª Quincena
 
¿Cuánta energía necesitaremos para el 2050 y dónde la obtendremos?
 
En la actualidad el consumo de energía no renovable mundial se reparte principalmente entre el petróleo 35%, carbón 25%,  gas natural 21% y energía nuclear 6%, mientras que las fuentes de energía renovable sólo representan un 13%. Si este alarmante escenario empeorara, para el 2050 necesitaremos el doble de la energía que consumimos en la actualidad.
 
 

Para vivir dependemos de varias energías renovables: petróleo, carbón y gas natural. Estos combustibles fósiles cubren más del 80% de nuestras necesidades energéticas y el petróleo es la piedra angular. Trescientos millones de años fueron necesarios para  producir 170 billones de barriles de petróleo y tan sólo algunos siglos para consumirlos.

Respecto a las energías no renovables, si la idea es cubrir el 70% de la demanda actual con energía solar, eólica y nuclear en proporciones iguales, deberíamos instalar 144.000 m2 de paneles solares cada segundo por los próximos 40 años,  una turbina eólica cada 3 segundos y una planta nuclear completa cada semana.
En un día normal, los aviones recorren más de 65 millones de kilómetros y utilizan unos 76 millones de galones de combustible; los barcos de carga recorren más de 48 millones de kilómetros y consumen casi 300 millones de galones de combustible y las ciudades utilizan más de 16 millones de toneladas métricas de carbón.

En tan sólo dos décadas, aproximadamente, las reservas de petróleo estarán prácticamente agotadas y la escasez del carbón será inminente. Frente a esta situación, dependeremos de las energías renovables: solar, eólica, hidráulica y biotérmica. Si bien éstas son inagotables, por la inmensa cantidad de energía que contienen y porque son capaces de regenerarse por medios naturales, son costosas e inconstantes.

Este panorama nos obliga a reflexionar acerca de esta problemática que afecta a todo el mundo. Si la demanda  energética continúa creciendo a este ritmo galopante, cabe la posibilidad que se agoten las fuentes de energía, y suframos una crisis energética. Por ello, debemos resolver un gran dilema, el desequilibrio entre la oferta -que cada vez es más limitada- y la demanda de energía, cuyo crecimiento es proporcional al crecimiento de la población, 200 mil personas nacen diariamente en el mundo.

En Estados Unidos, se requieren 110 bombitas encendidas permanentemente, para mantener el estilo de vida. El europeo consume la mitad, 75 bombitas, los asiáticos 16 y los africanos 8. La humanidad entera utiliza una cantidad que equivale a 150 mil bombitas encendidas permanentemente, un número que seguirá aumentando.

Hay dos opciones para solucionar el problema, aumentar el suministro de energía o reducir la demanda. Por el lado de la oferta, es posible complementar los combustibles fósiles con renovables y plantas nucleares. Por el lado de la demanda, podemos reducir el consumo de energía, implementando la energía creativa, que impulsa y genera las ideas necesarias para cambiar nuestra forma de vivir y pensar de un modo más consciente, con menos egoísmo y más conciencia planetaria. Pequeños cambios en nuestra conducta, pueden tener un gran impacto. Ser conscientes del costo energético puede ayudar a reducir la demanda global y cambiar el equilibrio a nuestro favor.
A modo de ejemplo, si el uso del vehículo se redujera a la mitad, bajaríamos la demanda global en un 2% y se ahorrarían 5.000 millones de barriles de petróleo. 

Entre todos, debemos encontrar la forma de equilibrar la ecuación energética y buscar soluciones en forma colectiva. Solo así tendremos un planeta más verde y limpio en el 2050.

Fuente: Discovery Channel