Noticias Informe Construya Nro. 113 - Julio 2012 Informe Económico Por Lic. Pablo A. Lara, ESTRATECO ConsultoresLuego de los altibajos que provocaron los numerosos feriados de febrero y de abril, las cifras de mayo comenzaron a mostrar más claramente el impacto que tiene un elevado y creciente nivel de incertidumbre sobre la toma de decisiones de inversión. En el quinto mes del año el Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC) registró una caída de 0,9% mensual desestacionalizada, la cuarta en el año, y quedó 5,4% por debajo de mayo de 2011, mes en que la serie marcó el récord histórico. En ausencia de horizonte de planeamiento, la mayoría de los agentes económicos ‘desensilla hasta que aclare’ y ello lleva a postergar la puesta en marcha de la mayoría de las obras nuevas. Más allá de que estén identificados los inversores y el terreno y aprobados los permisos municipales para iniciar las obras, y de que la caída del valor de los materiales y de la mano de obra medidos en dólares ‘libres’ plantee una oportunidad (si bien todavía muy leve), la experiencia indica que los agentes económicos postergan la adopción de este tipo de decisiones hasta que la niebla se vaya levantando. Algo similar se vivió entre el último trimestre de 2008 y la primera parte de 2009, período en el cual se contaba hasta con los permisos de construcción aprobados (en 2007 y 2008 la superficie autorizada para construir marcó récords históricos, que se mantienen hasta la actualidad) y la depreciación del peso hizo caer el costo de la construcción en dólares, pero la puesta en marcha de la mayor parte de las obras nuevas se postergó hasta que el horizonte comenzó a despejarse nuevamente. Y fue recién al año siguiente que el sector de la construcción inició un proceso de recuperación, de la mano de los proyectos ya aprobados en años anteriores y también de nuevas aprobaciones, que se transformó en crecimiento durante 2011 y permitió establecer un nuevo máximo histórico. No obstante ello, es importante remarcar que el contexto de elevada y creciente incertidumbre no afectó a todo el universo de proyectos nuevos y tampoco llevó a paralizar la mayoría de las obras que ya se encontraban en ejecución. Es decir, se afectaron algunas decisiones y ello provocó una caída del nivel de actividad, pero no provocó la desaparición de la inversión en construcción. Y dado que en 2011 se pusieron en ejecución muchas obras privadas cuya duración superará los dos años, este año el sector de la construcción podrá atravesar un proceso recesivo manteniendo un nivel de actividad muy elevado en términos históricos. Evolución del ISACEn términos técnicos se considera que la actividad de un sector o general se encuentra en recesión, cuando la serie desestacionalizada acumula dos trimestres consecutivos de contracción con relación al trimestre anterior.Pues bien, el ISAC desestacionalizado registró una caída de 0,9% con relación al cuarto trimestre de 2011 y ya tuvo bajas de 6,3% y 0,9% mensual en abril y mayo, respectivamente. Sólo queda por conocer cómo cerró junio.Pero en el sexto mes del año no se registró ningún cambio en las condiciones que explican la parálisis de la obra pública y de la puesta en marcha de nuevas obras privadas. En consecuencia, todo indica que el sector de la construcción entró en recesión en junio, si bien aún resta la confirmación oficial.Y si el lector se pregunta qué debería haber ocurrido en junio para que técnicamente no se hubiera dado tal situación. Que el conjunto de los despachos relevados por el INDEC hubiera experimentado una recuperación de 12,4% con relación a mayo, siempre corregida por estacionalidad. Análisis por tipología de obraLa desagregación del ISAC por tipologías de obra mostró importantes contracciones en todas las relevantes y una leve suba en las construcciones petroleras, las cuales tienen una baja incidencia en la estructura general del indicador.En mayo las otras obras de infraestructura y las obras no residenciales privadas fueron las que más cayeron con relación a mayo del año anterior: -9,7% y -6,6%, respectivamente. Por su parte, las obras viales retrocedieron 4,8% anual y las obras residenciales, la principalísima tipología de obra, experimentaron una baja de 4,7% anual. En tanto, las obras petroleras registraron un alza de 1,7% interanual.Y en el acumulado de los primeros cinco meses del año, las contracciones más importantes estuvieron entre las obras públicas, debido a que fueron las primeras que acusaron el impacto del nuevo escenario macroeconómico. Las otras obras de infraestructura registraron una caída de 4,8% anual y las obras viales un descenso de 3,2% anual. La creciente estrechez fiscal de la Nación y de las provincias hizo que, una vez superadas las elecciones presidenciales de octubre pasado, la ralentización en el ritmo de ejecución se expandiera cada vez a más obras. Y ahora se agregará la paralización de nuevas obras de inversión pública anunciada recientemente por el gobierno de la provincia de Buenos Aires.Por su parte, las obras privadas no residenciales exhibieron un descenso de 2,2% anual en los primeros cinco meses de 2012. Y del otro lado del eje vertical, hasta el momento quedaron dos tipologías de obra: las residenciales, que acumularon una suba de apenas 0,5% anual, y las petroleras, con una recuperación de 6,9% anual (ver gráfico de la derecha, a continuación). Cuando se presta atención a los despachos de los principales insumos, surge que en mayo de 2012 los más afectados, a nivel de obra, fueron asfalto (obras viales) y cemento portland. Los despachos de asfalto cayeron 22,8% anual y ‘el termómetro’ sectorial registró una contracción de 11,8% anual. Y las ventas al mercado interno de pinturas y pisos y revestimientos cerámicos, que además de la demanda para obras nuevas, también enfrentan una importante demanda para refacciones, disminuyeron 15,9% y 24,0% anual, respectivamente. En cambio, los despachos de hierro mostraron una suba de 4,9% anual y los de ladrillos huecos otra de 5,4% anual.En el acumulado de los primeros cinco meses de 2012 la evolución fue similar, con algunas modificaciones en las intensidades de las bajas y subas. Del lado de las bajas, asfalto lideró (-19,4% anual) y cemento portland registró una caída de 5,5% anual. Del otro lado, los despachos de hierro se estancaron (0,1% anual) y los de ladrillos experimentaron un crecimiento de 9,0% anual. En tanto, en materia de empleo, los datos correspondientes al primer trimestre del año (lo cual responde al hecho de que el INDEC trabaja con las estadísticas trimestrales del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP)) confirman que el sector venía levantando el pie del acelerador al comparar con un año atrás (+4,3% anual, luego de haber crecido a un promedio de más de 10% anual durante los cuatro trimestres de 2011), al tiempo que se registraba la primera baja con relación al trimestre previo (-2,8%; tras siete trimestres de recuperación/crecimiento consecutivos). Y, por último, en lo que respecta al futuro, según las estimaciones del INDEC, las intenciones de construir en los principales 42 municipios del país continuaron expandiéndose en el quinto mes del año (sic) y acumularon un crecimiento de 3,7% anual en enero-mayo de 2012. En términos absolutos, según el organismo oficial se autorizaron 705.588 metros cuadrados en mayo, llegando el total de los primeros cinco meses del año a 3,081 millones de metros cuadrados.Pero el subrayado del párrafo anterior es importante, porque conforme avanza el tiempo, crece la brecha entre el guarismo que publica el INDEC y el número que surge de sumar estrictamente los datos mensuales de los municipios que mantienen la información relativamente al día. Con datos para el primer cuatrimestre del año, debido a que la información desagregada por municipios se publica con un mes más de desfasaje, el INDEC estimó una superficie de 2,37 millones de metros cuadrados y un crecimiento de 4,5% anual. En cambio, cuando se toman sólo los datos efectivamente informados por los municipios, surge un total de 1,737 millones de metros cuadrados y una caída de 15,3% anual. Entonces, mientras para el INDEC la superficie autorizada se expandió en 101 mil metros cuadrados, el total de datos informados mostró una caída de 313,5 mil metros cuadrados. Y el INDEC no explicita cuáles son los criterios que utiliza para estimar los datos faltantes. No obstante todo ello, debe señalarse que en contextos como el actual la evolución de la superficie autorizada a construir pierde relevancia como indicador adelantado de actividad. Porque, como ya se estableció al comienzo del artículo, en estos períodos, y aún contando con la autorización respectiva, la mayoría de los agentes económicos posterga la puesta en marcha de obras nuevas a la espera de que el horizonte se despeje aunque sea mínimamente. Es decir, ‘desensillan hasta que aclare’. Pero, igualmente, la información continúa siendo útil porque permite estimar cuál puede llegar a ser la evolución futura del sector, una vez que el escenario de ‘aquí y ahora’ sea superado y vuelva a resurgir el horizonte de planeamiento, como siempre ocurrió en el pasado.