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Arqs. Carlos Galindez, Santiago Alric y Federico Lloveras

Hay profesionales de nuestra época que piensan en las costumbres de la gente moderna; a la hora de dibujar sus proyectos vuelcan ideas que puedan confluir entre lo exquisito y la funcionalidad de la vivienda para adaptarla a los nuevos tiempos y que las personas que la habiten se desenvuelvan con comodidad en los distintos espacios.

Entre los ejemplos se encuentra el del estudio Alric-Galindez, formado por los arquitectos Santiago Alric, Carlos Galindez y Federico Lloveras, los tres egresados de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el primero en 1996, el segundo en 1995 y el último en 2003.

“La idea fue rescatar el diseño original de los arcos y que nuestra intervención no altere el espíritu de este pasaje. Se diseñó un frente de vidrio con la característica de no utilizar un marco perimetral de manera de no generar una unión. El vidrio se fue recortando con las formas de las molduras y se lo separo 5 centímetros del arco de manera que evitamos la unión y pudimos utilizarlo en su máxima expresión. El vidrio quedó suspendido en el vacío. Esta obra nos valió numerosos premios en estos años”, dijo Alric. El trabajo se inició en 2001 y concluyó en 2003.

Sello

Este estudio, al igual que otros, tiene su propio estilo. “Nuestro interés es trabajar en la arquitectura contemporánea, es decir, trabajar los espacios teniendo en cuenta la forma de vida actual y haciendo hincapié en el sitio, la materialidad y el sentido de la obra”, indicó Galíndez.

Pero ampliaron al respecto. Cuando se refieren al sitio, “es el lugar donde se inserta la obra pero teniendo en cuenta no sólo lo que ocurre de los límites del propio terreno hacia dentro sino que además consideramos fundamental todo lo que sucede fuera de estos límites y que forma parte de la esencia del propio terreno. La materialidad: tenemos especial cuidado en la elección de los materiales que vamos a utilizar enfocándonos en que estos sean pertinentes al sitio y al tipo de proyecto que se nos encarga. Esto tiene que ver por un lado con lo que sería el espíritu del proyecto y también con la economía de recursos monetarios a utilizar, ya que no solo hay que pensar en el costo de la obra sino también cual va a ser el costo de mantenimiento en el tiempo, cosa que generalmente no se toma en cuenta pero que para nosotros es un tema vital para el comitente que nos encarga un trabajo. El cliente tiene que saber qué esfuerzo le va a requerir la elección de los materiales”, dijo Alric.

Mientras que sobre el sentido, Galíndez, señaló que “la obra tiene que ver con la vida que va a tener cada proyecto. Cada espacio debe ser pensado para el uso que le va a dar el comitente a su proyecto. No es lo mismo diseñar una casa, donde la clave está en el disfrutar cada uno de los diferentes espacios a partir de la forma de vida de una familia, que por ejemplo, un edificio comercial donde además de la imagen exterior el proyecto debe cumplir con la mayor y mejor eficiencia posible a sus requerimientos específicos. Pero lo interesante es que en los dos casos tiene que ver cómo distribuyo los metros a utilizar tratando de maximizar los espacios útiles y minimizar circulaciones o áreas que no sean relevantes al proyecto.”

Sobre qué tipo de arquitectura prefieren, Lloveras, comentó que “elegimos la arquitectura contemporánea porque la gente, en general, tiende a pensar en que es un estilo, pero para nosotros tiene que ver no sólo con cómo se ve sino que tiene que ver con la posibilidad de pensar las cosas diferente. Nos interesa trabajar con conceptos e ideas que se relacionen fuertemente con el proyecto. Esto nos permite enfocarnos con mucha mayor precisión y claridad en el problema a resolver y pudiendo proponer nuevas soluciones que sirvan a los intereses de nuestros clientes. La mejor solución aparece cuando uno tiene claro cuál es el problema.”

Sobre qué es conveniente aconsejarle al cliente a la hora de sentarse a tratar sobre el proyecto, Alric, precisó que “lo más interesante de nuestro trabajo son los procesos y eso es lo que en general le explicamos a nuestros clientes. Los vamos conociendo y de esa manera podemos darles una mejor respuesta. Es como un buen vino, la calidad esta siempre en el proceso, en que cada uno de los pasos que se den sean lo mejor posible, de esa manera tenemos mejores proyectos”.

Entre las obras culminadas hace poco, el estudio, concluyó unidades residenciales en la zona norte del conurbano bonaerense y en San Carlos de Bariloche. Por lo general, son casas para vivir en forma permanente y de distintos tamaños pero con calidad y con los mejores recursos posibles. “Gastar más implica tener una mejor obra”, dijo Lloveras.

En tanto que en estos momentos tienen varias viviendas en construcción y algunos proyectos por comenzar. “También estamos desarrollando un proyecto de edificio residencial en el barrio de Belgrano; otro, es un complejo de edificios de vivienda y hotel en Bariloche que ya se comercializa. Y además, trabajamos en la ampliación del Shopping de Bariloche y estamos en plena conversación para realizar un hotel en Río de Janeiro (Brasil)”, contó Galíndez.

Sobre el futuro, sostienen que lo sustentable está siendo instalado como una novedad, los nuevos materiales y tecnologías empujan este tema. “Pero lo sustentable no pasa solo por los materiales nuevos y eficientes sino también en como una obra se mantiene vigente, como sobrevive a esta vorágine de cambios constantes. Por lo tanto,  la nobleza de una obra es clave. Desde este punto de vista diría que hay varias cosas: la eficiencia en el uso de los m2 disponibles, los materiales que sean los adecuados a su uso, el entender el sentido que debe cumplir, entender el sitio con sus vistas, vientos, clima, etc. Lo importante es que la obra no sea descartable”, agregó.

Sobre el tipo de material que recomiendan en sus obras, Lloveras, dijo que “lo primero,  es que sean atinentes al proyecto, que sean parte del concepto que se quiere lograr y en segundo término es que sean los adecuados en cuanto al menor mantenimiento y mayor durabilidad posible.”

En cuanto a si la construcción en seco ofrece ventajas, agregó que “tiene sus pro y contras. Las ventajas son la rapidez con que se puede realizar una obra, es una tecnología reconocida y diría que la más utilizada en el exterior. La desventaja es que a pesar de su difusión no termina de ser una alternativa de peso que compita con la solidez del ladrillo; es una cuestión cultural que llevará mucho tiempo modificar. En este momento el costo es igual al ladrillo y el diferencial que tiene que es acortar los plazos de obra no es suficiente para un cliente que hace una casa.”

En lo referente con la arquitectura de nuestro país y su futuro, Alric, concluyó que “en general es una buena arquitectura, nos falta práctica en diversas áreas como infraestructura general, hospitales, museos, teatros, etc. Somos muy optimistas en cuanto al futuro, es un país que tiene todo por hacer.”