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Informe Construya Nro. 120 - Febrero 2013
 

En equipo

 

Un estudio con el foco en un amplio espectro

 

Los arquitectos Horacio Sardin y Valeria del Puerto profundizan su labor con lo privado y participan de los concursos de obras públicas. Trabajaron en obras ubicadas en distintas partes del mundo como Mongolia y España, entre otras.

 

Arqs. Horacio Sardin y Valeria del Puerto

 

Varios de los estudios de arquitectura tienen un espectro amplio a la hora de trabajar en los proyectos que tomen o ganen por concurso. Entre ellos se encuentra el de Del Puerto-Sardin.

Integrado por Valeria del Puerto y Horacio Sardin, ambos profesionales egresaron en la década del 90, de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires. A su vez, en el equipo intervienen tres dibujantes. En tanto que según la demanda el plantel se agranda a partir de los diferentes encargos y concursos, llegando a formar grupos de trabajo de 10 personas aproximadamente.

Al respecto, Sardin, dijo que cuentan con  el aporte “de muy buenos asesores de la ciudad para el desarrollo de nuestros trabajos. También armamos grupos de trabajo para participar en concursos con Roberto Frangella y Bárbara Berson.” Uno de los objetivos del estudio es no perder la escala de trabajo y la relación personalizada con cada uno de los proyectos. “Preferimos construir un estudio basado en el aporte de un salto cualitativo de la arquitectura, sin perder la tradición con cierta carga artesanal de la profesión”, agregó.

 

Sobre los proyectos que suelen realizar, Del Puerto, dijo que realizan un gran “volumen de obras y nos interesan principalmente, las propuestas que pertenecen a la esfera pública, para lo cual hemos participado en muchos concursos de los cuales tuvimos la fortuna de ganar. Algunos se han construido y otros están por ingresar en etapa de la licitación como la Facultad de Música de San Juan que se va a convertir en uno de los conservatorios más importantes del país. Otro concurso ganado fue la Ciudad Judicial que espera aun su concreción. También trabajamos con encargos privados como múltiples edificios de vivienda multifamiliar, hoteles y casas que hemos realizado en el país y en el exterior.”

“Otros de los temas que nos interesan son los aportes a los usuarios más desprotegidos socialmente, a partir del desarrollo de conjuntos de viviendas de interés social y equipamientos comunales para distintas cooperativas. Creemos que los arquitectos debemos estar preocupados y activos frente a las problemáticas sociales, que en nuestra región son muchas y aún no están resueltas.”, amplió.

De alguna manera buscan profundizar en sus proyectos lo que ellos llaman la arquitectura regional, con el aporte de propuestas creativas y con fuertes raíces en el lugar donde se construyen. Esto involucra varios factores como son la adecuación al clima, a los recursos disponibles, a una cultura que tiene sus tradiciones. Creemos que la arquitectura debe hacer un aporte positivo a los paisajes urbanos donde se concibe, a veces reinventándolo y hacer las paces con la naturaleza en los paisajes naturales vírgenes. Pero siempre con la convicción de pertenecer a una región y esa es sin duda Latinoamérica.

 

Trayectoria

El primer proyecto que construyeron sin estar asociados con otros arquitectos fue la Casa Berlín, ubicada en el barrio de Parque Chas. Los clientes querían una casa colonial y nos mostraban ejemplos de casas neocoloniales con las tradicionales molduras amarillas. A partir de ahí les propusimos el trabajo conjunto y mostrarles mucha arquitectura contemporánea. La casa resultante recupera la galería como tema esencial del mundo colonial y la convierte en el lugar esencial de la morada, con un lenguaje contemporáneo. El espacio concebido tiene doble altura y deviene en artefacto ecológico. Es una gran pérgola cultivada con distintos tipos de vegetación, que lo convierten en el centro de la vida de los usuarios, el lugar donde todos quieren estar”, comentó Sardin.

Cuando piensan un proyecto los pasos iniciales surgen de forma lúdica, a partir del lanzamiento de ideas, para luego pasar por una selección donde todo se pone a prueba. “A veces parece todo muy fácil y luego nos damos cuenta que era porque ya lo hemos visto antes en algún lado. Hoy, existe un excesivo bombardeo de imágenes. Cuando esto pasa, desandamos el camino y volvemos a empezar. Nos interesa que nuestros proyectos sean originales, en el buen sentido de la palabra, que no sean copia de otros. Creativos y personales”, dijo.

También se refirieron a la arquitectura sustentable, “si estudiamos la arquitectura vernácula, la concebida sin arquitectos en distintas regiones del mundo o la de muchos de los grandes maestros de la actividad, reconocemos una sensibilidad con respecto a cómo interpretar el sitio, su clima, su topografía, sus recursos, etc.  A nosotros nos interesa llevar esa sabiduría en nuestros proyectos, que está en la concepción misma de la arquitectura y no en la tecnología aplicada. Pertenecemos a una región pobre en recursos económicos, entonces la arquitectura más valiosa es la que mejora la vida con más diseño y menos tecnologías caras”, contó Sardin.

En cuanto a las obras en las que trabajan, la última consistió en un condominio ubicado en Moldes al 4100. Este último tiempo trabajaron en Ulán Bator, la capital de Mongolia, proyectando dos torres que se están construyendo en este momento. Por lo que el estudio tiene mucha proyección internacional.“En Buenos Aires estamos construyendo dos edificios en el Bajo Belgrano. También proyectamos una casa en un pinar en Mar Azul y otra en Encarnación (Paraguay)”, dijo Del Puerto.

Sobre la profesión y el futuro, destacaron que una mayor participación de la figura del arquitecto en la sociedad, con más influencia en las políticas de nuestras ciudades. “Cuando se da la química de un trabajo conjunto entre funcionarios y arquitectos preocupados por la ciudad, es cuando realmente se dan los cambios trascendentes que hemos visto en ciudades como Barcelona y Medellín, por ejemplo. Año tras año como docentes en nuestra facultad, trasmitimos  una actitud de compromiso con los temas urbanos y la problemática social y medioambiental, para hacer un aporte de mayor trascendencia a nuestra comunidad”, concluyó Del Puerto.