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Informe Construya Nro. 174 - Agosto 2017
 

Entrevista – Arq. Claudio Magrini – Estudio Arq. Magrini & Asociados

 

“El rol del arquitecto que puede diseñar y construir es un rol de alguien constructivo. Una persona que construye, que crea (…) Como en todos los órdenes de la vida, proyectar, diseñar, plantear y replantear y poder aspirar a la concreción de algo perdurable”

 

El Arq. Claudio Magrini, del Estudio Arq. Magrini & Asociados, habló sobre cómo se dio su interés por la arquitectura, cuál fue su primer proyecto, el rol del arquitecto en la actualidad y en un futuro, entre otras cosas.

 

Magrini contó que su interés por la arquitectura se dio desde pequeño pero también cuando era adolescente: “Disfrutaba apasionadamente observando películas de todo tipo, época, lugar o país donde, en sus locaciones, se apreciaba la arquitectura que se presentaba en la misma. Visualizaba con curiosidad las formas de las construcciones, los estilos, imaginándome el cómo y quién lo habría construido, admirando a los arquitectos, ingenieros, constructores  y artesanos que lo habían hecho posible. Me maravillaba y me proporcionaba una curiosidad inédita todo lo constructivo y el tratar de comprender cómo se construía. ¿Cómo lo habían hecho estos señores posible? Escenarios increíbles como Grecia, Roma, París, Pompeya, España, Templos, Puentes, Iglesias, Ciudadelas, etcétera”.

 

“Mi  primer proyecto fue una escuela primaria hace ya más de 25 años cursando  mis últimos años de la carrera de Arquitectura, era aún,  un simple estudiante. Este Proyecto surgió en la necesidad de continuidad para un jardín de infantes que contenía un hermoso proyecto educativo, en el cual,  los padres de esos niños, querían para sus hijos un  nuevo sitio  (por falta de espacio) donde se pudiera continuar con la calidad y humanidad en la educación que recibían. El proyecto que realicé,  fue consensuado oportunamente con los padres de esos niños, tenía que tener un crecimiento de un aula año a año por lo cual el diseño partió de un todo y después de segmentarlo para que se pueda construir  a medida que los niños iban pasando de grado, todos los veranos se agregaba una  aula,  así fue durante años. Debo decir que la última parte de ese proyecto se culminó el año pasado”, contó.

En cuanto a la apreciación del trabajo del arquitecto Magrini consideró: “Desde ya se aprecia muchísimo más que años atrás. Existe una valorización mucho mayor en nuestro país del arquitecto. Años atrás, siendo muy joven, se lo valorizaba mucho más al ingeniero en nuestro entorno; hoy la comunidad tiene plena conciencia de los alcances de las tareas y los trabajos del arquitecto, como así también del impacto del mismo en todas las áreas del diseño y la construcción como pieza fundamental del todo. La multiplicidad de tareas que desarrolla hoy el arquitecto, desde  articular los equipos de trabajos, decidir cuestiones atinentes a diseño y  funcionalidad, lleva a la parte de la ingeniería solo a una porción en este amplio esquema”.

 

En relación a la influencia que debe tener la opinión del cliente en el arquitecto, Magrini afirmó: “Se debe balancear constantemente entre el cliente, la obra, los gremios y el proyecto. Cuál es la ecuación más inteligente, maximizar los recursos para el mejor resultado de la obra o emprendimiento que vaya a realizar, y entender que en el caso de trabajar para un tercero su opinión, gusto, necesidades e inquietudes son muy importantes y por ende las debe hacer suyas. Debe ser un inteligente equilibrista. Pero a la vez no debe ceder absolutamente en nada que ponga en riesgo la construcción, la calidad, la seguridad y el buen funcionamiento futuro de lo que está construyendo”. Y agregó: “No se debe dejar arrastrar con las elecciones del comitente, en cuanto a cuestiones de  tipo estructural caprichosas o equivocadas por un aparente ahorro, como así tampoco en cuanto a bajas calidades en los  tipos  de los materiales, aislaciones,  etc., a utilizar.  Evitarse y evitarle futuros problemas al cliente”.

 

Por otro lado, en cuanto al mercado de la arquitectura y de la construcción en la Argentina el arquitecto opinó: “Lo veo muy bien. “Argentina” se está actualmente aggiornando, adaptando a nuevas y modernas  técnicas constructivas que son de actualidad en los países más desarrollados, acordes al siglo donde nos toca hoy vivir. Nuestro país estaba un poco alejado de las practicas modernas, tanto arquitectónicas, como constructivas.  El  sistema básico de construcción fue siempre  muy tradicional, basado en el hormigón/ mampostería clásica. En estos momentos y ya hace un tiempo, se vienen utilizando en el mercado argentino sistemas constructivos más modernos, basados en sistemas variados que la hacen más ágil. Argentina es actualmente un mercado en que el que hay mucho para hacer y construir. Tiene un alto déficit habitacional y de Infraestructura, lo cual genera un sinnúmero de oportunidades en ese campo a actuales y futuros profesionales de la construcción”.

“El avance de la tecnología está haciendo las construcciones mucho más versátiles y  dinámicas debido a una enorme y creciente  variedad de materiales, sistemas  y elementos para poder ser construidas. También han evolucionado muchísimo los sistemas para el dibujo, diseño, cálculo, computo, como también otras herramientas tecnológicas con que contamos los profesionales de la construcción”, afirmó.

 
Con respecto a la arquitectura sustentable destacó: “Todos los esfuerzos de los profesionales de la construcción de nuestro país deben dirigirse de forma responsable hacia sistemas sustentables que atraviesen todos los Proyectos y Obras que nos involucren. Hay que revalidar día a día el más con menos, el cuidado y el ahorro en insumos/consumos y tener mayor conciencia sobre el impacto en la huella de Carbono cuando el profesional decide el que y como construir. Tenemos hoy solo este planeta que habitamos  y debemos cuidarlo por sobre todas las cuestiones y acciones negativas o negligentes de las personas. Debemos conscientemente, intentar consumir la menor cantidad de materiales posibles, que sean más eficientes y que logren mayor ahorro energético en nuestras construcciones, siendo cabalmente conscientes del medio ambiente, y del  calentamiento global que en este momento atraviesa a todos los profesionales a la hora de la discusión tecnológica. Día a día, se diseñan nuevos elementos que hacen a la sustentabilidad de las construcciones, a los sistemas de aprovechamiento de aguas de lluvia, filtrado y reutilización de aguas de uso sanitario. Paneles solares que han aumentado su eficiencia y mejores sistemas de almacenamiento de energías autogeneradas. Y con el horizonte en una generación de energía cooperativa entre usuarios, empresas, vecinos y prestadoras de servicios”.
 
En cuanto al rol del urbanismo en el cambio hacia ciudades sostenibles consideró: “El urbanismo planificado es una ventaja que difícilmente se tiene la oportunidad de tener como profesional. Nuestras acciones refieren más sobre tableros donde ya se ha intervenido antes, y la solución para que nuestra intervención sea sostenible requiere de inteligencia, dinamismos y responsabilidad. En urbanismo si uno  tiene la posibilidad real de planear una ciudad y su funcionamiento desde el cero, cuenta con inéditas ventajas que evitarían muchos problemas que padecemos hoy con el crecimiento de las ciudades sin la tecnología necesaria. Además, forma parte esencial en la planificación de ciudades sostenibles, sustentables, inteligentes y que confluyan ese arduo camino interdisciplinario entre los sistemas de ingeniería complejos como son sus infraestructuras y una arquitectura acorde al desafió de perdurar y ser modular y escalable”.
 
 

Magrini considera que las características del espacio ideal tienen que ser el confort del individuo que la va a usar o habitar pudiendo aportar a la misma funcionalidad, estética, calidad, ergonomía, etc.  De esta manera, permite “conjugar al individuo y su entorno en una pieza única, disfrutable, aprovechable, vivible. En la misma forma que cuando escuchamos una obra musical y reconocemos, sin necesidad de saber música, que cada uno de los sonidos de la misma fueron perfectamente escritos y ejecutados con el consecuente placer del receptor”. A su vez cree que el color es un elemento/herramienta más de la arquitectura, que puede ser usado como decoración, como delimitación de espacios, como corte o como el uso que decida el arquitecto.

El trabajo en equipo le parece muy importante para realizar un proyecto: “Es prioritario, los arquitectos nos nutrimos trabajando en equipo. Estudiamos y nos recibimos finalmente trabajando en equipo. Esa fuerza, del equipo, es lo que le da sentido a un proyecto de escala,  no se podría entender una persona sola con el grado de complejidad y especialidad que hay hoy en la arquitectura. Por eso el arquitecto se nutre de un equipo de trabajo en el cual están sus asesores y demás y  funciona como director de orquesta que tiene en todos los instrumentos un profesional colega que lo ayuda a encontrar la mejor solución o la más racional en cada uno de esos temas”. Además, Magrini destacó que el común denominador de sus obras es “la racionalidad y la prudencia en el uso de los materiales y recursos humanos”.

 
A su vez, hizo referencia a los nuevos roles del arquitecto en la próxima década: “El rol será el de una persona pensante con cuadros técnicos bien formados y con un trabajo en equipo mucho más importe que el que el arquitecto venía haciendo hasta hoy particularmente aquí en argentina, cada vez se consolidan más los grupos de trabajo, los grupos de arquitectos y los grupo de asesores y especialistas en esos nuevos roles el arquitecto puede tener una incumbencia mayor, ya que realmente  el nuevo rol de la próxima década va a ser la sustentabilidad, ahorro de energía, de ahorro en materiales, como construir más y mejor con menos impacto”.
 

En cuanto a los proyectos en los que se está desempeñando indicó: “Estoy trabajando en varios proyectos sobre edificios desactivados, abandonados o fuera de uso,  en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires. En la actualidad estoy realizando un proyecto de oficina que conlleva la puesta en valor y recuperación de un frigorífico de principios del siglo pasado y que se transforma día a día en un complejo de oficinas, donde se radicara una de las empresas de más alta tecnología del país y el mundo”.

En relación a los referentes reconoció: “Mis referentes son todas las personas y Colegas que trabajan en la Construcción. Son los que trabajan día a día en mi grupo de trabajo; son los que hacen su trabajo con  amor y pasión, son también todos los que tienen respeto por el prójimo/colega”.

Para finalizar señaló: “El rol del arquitecto que puede diseñar y construir es un rol de alguien constructivo. Una persona que construye, que crea. Se construye a todo nivel, se construyen las relaciones con el comitente, con sus asociados, con su equipo de trabajo. Que construye un legado, desde la formación con quienes trabaja e interactúa.  Sin lugar a dudas existe el deber de trascendencia, de hacer. Como en todos los órdenes de la vida, proyectar, diseñar, plantear y replantear y poder aspirar a la concreción de algo perdurable”.