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Informe Construya N° 203 - Enero 2020

 

Informe Económico

 

ACTIVIDAD DE LA CONSTRUCCIÓN – FOTOS Y PELÍCULA

 

En noviembre el Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC) que elabora el INDEC interrumpió el proceso de gran contracción que venía atravesando tras las PASO. En relación a octubre la serie desestacionalizada del ISAC experimentó un leve rebote de 1,2%. Ahora bien, dentro de un marco general de estancamiento que atraviesa la economía argentina, del cual la actividad de la construcción es totalmente dependiente, la serie del ISAC corregida por estacionalidad permaneció 18,6% por debajo del máximo alcanzado en noviembre de 2017. En lo que respecta al Índice Construya (IC), en diciembre de 2019 registró una brusca caída de 15,6% mensual corregida por estacionalidad, si bien se mantuvo 3,1% por encima del cierre de 2018. Al contrastar con el máximo de 2017, este indicador privado acumuló un retroceso de 33,0%. Por su parte, el termómetro del nivel de actividad de la construcción en Argentina transitó el peor diciembre de los últimos diez años. En el mercado interno se entregaron sólo 732,7 mil toneladas de cemento Portland (-9,4% anual). En línea con el retroceso de los despachos de insumos, en octubre se contabilizaron 388.733 puestos de trabajo, lo que arrojó una caída de 6,8% interanual (-28,4 mil puestos de trabajo). Finalmente, la superficie autorizada para construir obras privadas experimentó un rebote durante el undécimo mes de 2019, en gran parte explicado por la baja base de comparación que estableció noviembre de 2018.

 
 
 
 
 

En noviembre el ISAC que elabora el INDEC, que mide los despachos al mercado interno de los principales 16 insumos relacionados con las obras residenciales y no residenciales, las obras viales, de infraestructura y petroleras, interrumpió el proceso de gran contracción que venía atravesando tras las PASO. En relación a octubre la serie desestacionalizada del ISAC experimentó un leve rebote de 1,2%.

Cuando tomamos distancia del mes a mes y le prestamos atención a la película, la que surge del segundo gráfico presentado más arriba (ISAC desestacionalizado), observamos que el nivel de actividad del sector de la construcción alcanzó un máximo allá por noviembre de 2017, cuando finalizó el proceso electoral de medio término de la presidencia de Mauricio Macri, que había llevado a impulsar de una forma muy significativa los préstamos para compraventa de inmuebles así como también para reformas, ampliaciones y reparaciones.

En tanto, a partir de diciembre de 2017 las entregas en el mercado interno comenzaron a retroceder nuevamente. Primero lo hicieron a ritmo lento, pero luego tomaron velocidad, a partir de la corrida al dólar que se desató en la última semana de abril de 2018. Este proceso contractivo se extendió hasta finales de aquel año, cuando el esquema de altas tasas de interés reales (implementado a partir de octubre de aquel año) logró estabilizar (transitoriamente) los mercados monetario y cambiario. Entre abril y diciembre de 2018 el ISAC acumuló una caída de 17,9%, que lo llevó a un nivel similar a los observados en el tercer trimestre de 2016 o en el tercer trimestre de 2012. Es decir, el gran aumento de la incertidumbre sobre el futuro reactivó la preferencia por los activos seguros y líquidos como el dólar billete y paralizó las decisiones de gasto en bienes durables (en el caso del sector, las reformas y reparaciones) y de inversión (compra-venta de inmuebles y puesta en marcha de nuevas obras), quedando muy atrás la fuerte recuperación observada durante 2017.

Desde el inicio de 2019 y hasta julio, mes previo a las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias), en un escenario de frágil estabilidad los despachos de insumos comenzaron a recuperarse lentamente. En julio de 2019 el ISAC sin estacionalidad logró ubicarse 10,3% por encima del mínimo alcanzado en diciembre de 2018. Es decir, se observó un proceso de mejora, si bien quedó lejos de compensar la contracción verificada durante 2018.

Pero tras las PASO, el deterioro de las expectativas sobre el futuro nuevamente paralizó las decisiones de gasto e inversión, y los despachos de insumos volvieron a retroceder (tal como se consignó más arriba, -8,5% en tres meses).

Sintetizando, dentro de un marco general de estancamiento que atraviesa la economía argentina, del cual la actividad de la construcción es totalmente dependiente, debido a que su proceso productivo demanda varios años y tiene grandes necesidades de financiamiento a largo plazo, la serie del ISAC corregida por estacionalidad logró rebotar 1,2% entre octubre y noviembre 2019 y se mantuvo 2,1% por encima del piso (relativo) de diciembre de 2018. Pero, al mismo tiempo, permaneció 18,6% por debajo del máximo alcanzado en noviembre de 2017.

En tanto, el ISAC con estacionalidad mostró que en noviembre de 2019 las entregas de insumos al mercado interno resultaron 5,2% inferiores a las de noviembre del año anterior; que se registraron 15 meses consecutivos de caídas; y que en los primeros once meses del año una retracción de 8,0%.

En la evolución mensual el ISAC y el IC pueden no coincidir, tal como sucedió en noviembre pasado. Sin embargo, cuando le prestamos atención a la película, ambos indicadores muestran una tendencia similar, tal como se puede observar en los gráficos presentados más arriba.

En lo que respecta a diciembre de 2019, el IC, que mide los despachos al mercado interno de los insumos que producen las empresas integrantes del Grupo Construya para obras residenciales, registró una brusca caída de 15,6% mensual corregida por estacionalidad, si bien se mantuvo 3,1% por encima del cierre de 2018. Al contrastar con el máximo de 2017, este indicador privado acumuló un retroceso de 33,0%.

Por su parte, el termómetro del nivel de actividad de la construcción en Argentina transitó el peor diciembre de los últimos diez años. En el mercado interno se entregaron sólo 732,7 mil toneladas de cemento Portland, es decir 9,4% menos que en diciembre de 2018. Al considerar el año completo, los despachos totalizaron 11 millones de toneladas y exhibieron una caída de 6,3% anual, ocupando el 7º puesto entre los últimos 39 años.

Entre octubre y noviembre de 2019 crecieron los despachos corregidos por estacionalidad de asfalto (37,3%), cales (13,3%), yeso (10,0%), ladrillos huecos (4,9%), hormigón elaborado (4,6%), artículos sanitarios de cerámica (3,6%), placas de yeso (3,5%), ‘vidrio plano para construcción, tubos de acero sin costura y grifería’ (3,3%) y mosaicos graníticos y calcáreos (2,8%). Del otro lado permanecieron los despachos de hierro redondo y acero para construcción (-2,2%), cemento Portland (-3,5%), pisos y revestimiento cerámicos (-5,4%) y pinturas para construcción (-14,3%).

 
 

Y al contrastar con diciembre de 2018, la mayoría de los insumos también logró mostrar algún grado de recuperación (permaneciendo la amplia mayoría bien por debajo del nivel alcanzado en noviembre de 2017). En orden descendente, las variaciones fueron de: pisos y revestimiento cerámicos (36,4%), cales (24,7%), artículos sanitarios de cerámica (22,8%), ladrillos huecos (19,0%), placas de yeso (14,8%), hierro redondo y acero para construcción (12,4%), yeso (9,4%), mosaicos graníticos y calcáreos (8,4%), ‘vidrio plano para construcción, tubos de acero sin costura y grifería’ (1,0%), asfalto (-7,5%), cemento Portland (-7,9%), pinturas para construcción (-10,2%) y hormigón elaborado (-27,2%).


 
 
En línea con el retroceso que vienen exhibiendo los despachos de insumos, en los últimos catorce meses (con datos a octubre de 2018) la cantidad de puestos de trabajo formales en la construcción también descendió de forma ininterrumpida. En octubre se contabilizaron 388.733 puestos de trabajo, lo que arrojó una caída de 6,8% interanual. Puesto en términos absolutos, en los últimos doce meses se perdieron 28,4 mil puestos de trabajo formales en el sector. En tanto, la comparación con el pico que se alcanzó en noviembre de 2017 arrojó una baja de 10,2% (-44,1 mil puestos de trabajo).
 
 
 

Finalmente, cuando miramos hacia adelante, la superficie autorizada para construir obras privadas experimentó un rebote durante el undécimo mes de 2019, en gran parte explicado por la baja base de comparación que estableció noviembre de 2018.

En noviembre de 2019 se autorizaron 793,4 mil metros cuadrados para realizar obras privadas (nuevas y ampliaciones) en los 60 municipios que releva periódicamente el INDEC, es decir 26,8% más que en noviembre de 2018 (+167,8 mil metros cuadrados).

No obstante esto, en los primeros once meses del año que acaba de finalizar  se autorizaron 8,042 millones de metros cuadrados, superficie que resultó 7,9% mayor a la aprobada en enero-noviembre de 2018. Puesto en términos absolutos, se autorizaron 591,3 mil metros cuadrados más.