Noticias Informe Construya N° 207- Mayo 2020 Se reinició la construcción en las nueve provincias habilitadas por el Gobierno nacional Si bien se reanudaron los trabajos en las obras privadas, se permitió que lo hagan dotaciones de 4 a 15 personas por turno. Lo cual complica la tarea, pero es un avance, en medio de la cuarentena. Expertos aconsejan que conviene hacer para dinamizar al sector a la brevedad.Hace unos días, el Gobierno Nacional habilitó para que se reanuden las obras de construcción de viviendas privadas en 9 provincias de nuestro país. Algo bien visto por muchos protagonistas del sector en medio de la cuarentena por la emergencia sanitaria.Los trabajos se retomaron, y comprendió el retorno a la acción de más de 200.000 personas en Neuquén, Salta, San Juan, Santa Cruz, Mendoza, Misiones, Entre Ríos, La Pampa y Jujuy. En las primeras dos semanas, la labor empezó en las edificaciones menores, en las cuales trabajan entre 4 y 15 operarios, por turno, que por ahora es una presencia escasa para llevar adelante a los emprendimientos de magnitud, pero coinciden varios protagonistas del segmento, que al menos que se mueve una parte de la industria es algo beneficioso en estos momentos.Sobre, la vuelta al trabajo en las 9 provincias, se refirió Ricardo Griot, el secretario y presidente de la Comisión de Desarrolladores de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), dijo, que, “se trata de un arranque muy gradual, en donde existen muchos protocolos estrictos por cumplir frente a la pandemia, por lo que el movimiento es lento. Desde la cámara, estamos apoyando que se acaten los requisitos, y estamos en línea directa con la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), pero debemos ser sinceros, hay que abrir opciones para todo tipo de proyectos, porque con pocos trabajadores es inviable levantar un inmueble de gran superficie”.Tanto desde la CAC, como desde la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV) y la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU) -ambas entidades hicieron una alianza hace pocas semanas-, coinciden, en que las obras privadas agrupan entre un 75 y 85 por ciento del total de la fuerza laboral de la construcción en la Argentina.“Seguimos haciendo gestiones ante el Gobierno nacional y las provincias, para que se permita trabajar en algunos puntos urbanos como las ciudades de Córdoba, Rosario, Santa Fe y Corrientes. La vuelta es vital, no sólo por lo económico, sino también porque estamos en condiciones de controlar y auditar, para que todo se lleve adelante correctamente con las condiciones de bioseguridad para evitar los contagios de COVID-19. Una opción que analizamos y propusimos, es que la gente concurra en sus medios propios de movilidad, como bicicletas o motos, que en el interior son muy utilizadas, para no congestionar los servicios públicos. Como también, que las empresas constructoras, puedan hacerse cargo del traslado de su personal, y me parece que esto va a permitir que se retome el trabajo en más provincias”, dijo Griot. Inminente inicio en la CapitalEn breve, se reanudarán más de 600 obras en la ciudad, de las cuales el 70 por ciento son vinculadas al Real Estate. Con protocolos estrictos y con 10 personas por turno, por ahora, esos son los detalles principales, pero es una puesta a punto para que la industria vuelva a entrar en funcionamiento.Pero en el análisis de algunos expertos consultados, precisaron, que además de que el valor de construcción tiene una tendencia a la baja, eso redundará en los precios finales, que también seguirían hacia la disminución. Tanto en unidades a estrenar como las usadas.Sebastián Cantero, de la inmobiliaria homónima, dijo, que 'el valor de la construcción cayó y está en uno de los valores más bajos. Como ese costo se trasladará al consumidor final, las unidades'.'A su vez, eso hace que se reacomode el precio de los usados. En épocas de crisis como esta, gana quien tenga un ahorro o la disponibilidad de dólares para esperar una buena oferta', continuó el titular de la firma que lleva su nombre. La gran diferencia con el 2001 es que en aquel entonces el 90% de la gente estaba endeudada con los bancos con hipotecas y hoy eso no está pasando', amplió.'Mucha gente esperaba que el mercado se reactive, pero eso no sucedió y, por el contrario, se sumó esta crisis tan aguda que hará que se reacomoden los precios. Hay que tener en cuenta que post pandemia, después de 40 días de inactividad, sumado a que los últimos 3 años fueron de caída libre para el negocio, el expertise del operador inmobiliario debería estar guiado en hacer una buena tasación que contemple esta situación, de manera que el valor sea real y no un valor para captar propiedades y que queden en stock sin que se puedan vender', detalló Cantero.Por su parte, Alberto Fernández Prieto, presidente de Fernández Prieto & Asociados: “La construcción privada es uno de los sectores más dinámicos de la economía. Al no haber financiamiento bancario, las obras son financiadas 100% de manera privada por el desarrollador o los inversores. La paralización de proyectos que estaban a punto de finalizarse genera inconvenientes no solo a nivel empleo y cadena de pago con los proveedores sino también a los proyectos que estaban a punto de lanzarse al mercado y que le iban a permitir al estado recaudar más, emplear más personas y mover una economía en recesión”.Hernán Nucifora, CEO de Global Investments: “Las obras privadas están preparadas para arrancar lo antes posible. En nuestro caso, la paralización por la pandemia nos toma en un momento particular porque estábamos a punto de lanzar más de 500 unidades a la venta con un plan de financiamiento en pesos a 10 años. Esta situación nos lleva a retrasar todo a 60 días. Es clave que la actividad se pueda ir normalizando y así evitar un desplome mayor a los indicadores de los últimos meses”. Respetar los plazosDiego Currais, Coordinador General de Grupo Portland, indicó que: “Procuramos respetar los tiempos de los contratos, aún en circunstancias adversas. Para ello nos vamos a enfocar en las obras en marcha y que tienen un camino crítico. Ahora bien, en el marco de la emergencia sanitaria deberemos ser sumamente respetuosos priorizando siempre el bien mayor, en este caso la salud pública. En cuanto a la realidad del sector, todos los sectores sufrirán impactos en sus negocios. El sector financiero está muy golpeado y ha generado pérdidas en algunos casos irrecuperables. Creo que para el día después, la construcción puede ser un sector clave para la reactivación económica por todos los rubros que moviliza y su relación directa a la generación de puestos de trabajo”.En los empresarios del rubro existe mucha preocupación, coinciden que sostener la cuarentena es muy difícil, y si la decisión es extenderla, creen que va a tener costos muy negativos en todo sentido. “Esperemos que se esté contemplando poner en marcha con más amplitud la construcción, porque en el caso que no se haga, las empresas deberán necesitar más ayuda del Estado”, dijo Gustavo Llambías, el vicepresidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda.Los especialistas precisaron que el segmento venía con varios inconvenientes, y obras de viviendas públicas detenidas. En un escenario que era recesivo, la pandemia agravó las condiciones.“Hay miles de puestos laborales en juego y los empresarios no pueden seguir pagando sueldos y gastos, si no generan ingresos, porque un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) se los ordena. Muchos trabajadores no quieren trabajar por miedo al contagio, especialmente en obras ubicadas en espacios cerrados o áreas urbanas. Hay jurisdicciones que, contrario a los que determina el DNU del Ejecutivo Nacional, no habilitaron la actividad. Hay municipios que no permiten la libre circulación. Existe falta de insumos porque las actividades relacionadas con la construcción no han sido categorizadas como esenciales (cemento, hierro, corralones, entre otras)”, dijo Iván Kerr, ex Secretario de Vivienda de la Nación entre 2015 y 2019.Muchos presentaron sus protocolos y eso es lo que ayuda para que se habilite la labor en otras provincias. Federico Gagliardo, el presidente de la desarrolladora Vitrium Capital, comentó, que, “estamos al tanto porque en el país vecino estamos emprendiendo varias propuestas. Si en Uruguay comenzaron, hay que hacerlo en la Argentina, con medidas de bioseguridad y extremarlas, en caso de que sean necesarias. En nuestro país, estamos desarrollando Pueblo Caamaño, un proyecto en 4 etapas, de 65.000 m2 totales, de los cuales tenemos terminados 37.000, y en este momento las obras están detenidas”.Fuentes del sector, dijeron, que no sólo es vital que se retome la actividad privada, también la obra pública. Por ejemplo, aconsejan que se reanuden trabajos viales, donde se puede mantener el aislamiento y con un número de operarios controlables.Lo que sugieren algunos de los consultados, es que debido al COVID-19, es probable, que, de un segmento muy artesanal, habrá que profundizar en la industrialización, y tal vez, en varios procesos de las obras se avance en el montaje, y no tanto en la fabricación. Por otro lado, consideran que puede llegar a expandirse la construcción en seco, pero todo está en estudioPor su parte, el consultor y especialista inmobiliario, Horacio Ludigliani, manifestó, que, 'por supuesto que va a haber oportunidades de negocios porque mucha gente se verá obligada a vender algo para apuntalar su negocio principal, ya sea un bar, un restaurante o un local de ropa. Hoy para mantener en marcha su fábrica o su negocio muchos tendrán que vender una propiedad', dijoCon respecto a la venta desde el pozo, consideró que 'puede ser una buena inversión, pero sólo para empresas que tengan mucho respaldo ya que los constructores también tendrán que afrontar momentos difíciles si masivamente los inversores se retiraran de los fideicomisos. Ahí tendríamos un problema mayúsculo'.'La base monetaria se está ampliando mucho y esto es peligroso. La emisión va a generar una inflación importante. El alza del dólar se va a ver más marcado. Como estrategia, nosotros tratamos de buscar lotes para desarrollar a cambio de metros. Si bien no se sabe el precio del lote, sí se sabe cuántos departamentos vale un lote. Entonces estaríamos cambiando peras por peras como se dice en nuestro negocio', concluyó.El sector viene de 24 meses de caída consecutiva y antes del coronavirus enfrentaba una pérdida de 50.000 puestos de trabajo. En muchos casos se rompió la cadena de pagos y acceder a los créditos es imposible. Se estima que el valor del m2 para un edificio con unidades estándar anda en los 90.000 pesos.